Ganado electoral
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En Miami electores pobres de la tercera edad son acarreados a los centros de votación y con los que votan con las llamadas "boletas ausentes", son vendidos al mejor postor por los "sargentos políticos" de la maquinaria local.
  Si hay un fenómeno norteamericano existente desde la fundación de esta gran nación es la corrupción, pero si fuéramos a buscar un lugar donde se mantiene el robo descarado a los fondos gubernamentales, la manipulación abierta de la opinión pública y la compra venta de elecciones para elegir a los políticos más venales y forajidos: ese lugar, sin dudas, es Miami.
  En este municipio de la Florida hay 1,207,020 votantes inscritos, de los cuales son de origen latino el 52 por ciento. La mayoría cubanoamericanos y un gran pedazo de ellos el "ganado electoral", integrado por pobres viejitos retirados nacidos en la isla, adoctrinados cotidianamente por la radio latina con el tema de Castro y Cuba, temerosos de perder su magra ayuda de Gobierno si no siguen las instrucciones de los "sargentos políticos" que medran en sus barrios.
  Un punto importante en este tema ha sido el crecimiento considerable de las llamadas "boletas ausentes" en los últimos diez años, las cuales hoy suman 173,211. Diseñadas para las personas que por serios problemas personales o de enfermedad no podían acudir a las urnas el día de las elecciones, se han convertido en clave de la "maquinaria política" local, la cual las vende a los políticos a $50 por cabeza.
  Otro grupo importante de votos controlados son los viejos latinos, sobre todo cubanoamericanos que sobreviven en los comedores y centros de ancianos pobres, ubicados en su mayoría en las zonas depauperadas Pequeña Habana y Allappatah en la ciudad de Miami. Como dato significativo la hermana del actual alcalde del Condado [municipio] Miami-Dade, la señora María Cristina Penedo, controla 11 de estos centros de ancianos y su socia es Josefina Carbonell, quien fuera asistente del congresista federal Lincoln Díaz Balart, el cual renunciara recientemente, vinculado a un proceso de lavado de dinero de la droga.
  Solamente en Miami se dan estas componendas y todavía hay quien se asombra que salgan electos los mismos políticos corruptos que han destruido esta comunidad y cuyo caballo de batalla es mantener el embargo a Cuba para luego exprimir los fondos federales destinados a las llamadas "organizaciones exiliadas por la libertad", las mismas que chantajean, aterrorizan y mantienen subyugado a este "ganado electoral".
  A estos viejitos los transportan, si no votan con boletas ausentes por quien les dicen los "sargentos políticos" de barrio, en los ómnibus del sistema escolar local, les dan un refresco y un pan con algo, con una tarjeta con los números que tienen que "ponchar" en su boleta para elegir a quienes determina la maquinaria política local.
  Señores, esto es pura democracia representativa al estilo norteamericano, quien lo dude, que venga y lo vea.
Por Pedro González Munné